Nativos digitales: el libro de los ornitorrincos llevado al papel por Alejandro Piscitelli

Posted by Posted by Jorge Alberto Hidalgo Toledo On 3:31 PM


nativosdigitales.jpgLa celebración del futuro colaborativo tuvo lugar en la presentación del libro Nativos digitales. Dieta cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de la participación, de Alejandro Piscitelli. Lo que ocurrió el 8 de mayo de 2009 en la Feria del Libro abarcó un abanico tan amplio y sugestivo como la visión de un video con 13.500 personas cantando Hey Jude, pasando por la narrativa de la nueva TV con Lost y 24 hasta la conversación entre nativos, colonos e inmigrantes digitales. Para todos los gustos y saberes.

El sábado 9 de mayo a las 21:57 horas, Alejandro Piscitelli escribió en suFacebook esta frase: “Existían los nativos digitales. Eran lo más parecido a un ornitorrinco (según Eco el animal imposible) hasta que la descubrieron aAnaclara. Pero nunca les habían dado el podio. ¿Y ahora qué? cuando finalmente ocupan el espacio que se merecen…”

Por su parte, Francis Pisani hizo en el prólogo de Nativos digitales la siguiente observación: “futuro y presente nunca habían sido tan diferentes en su esencia y tan cercanos en el tiempo. A pesar de sus enormes diferencias, ya no es posible oponerlos como bien lo observó William Gibson cuando escribió: “El futuro ya está aquí aunque su distribución no sea pareja todavía”. "Vivimos en varios tiempos a la vez sin saber bien cómo pasar de uno a otro. Vaya vida la que nos toca vivir de cara a dos encrucijadas a la vez. Capas diferentes, pues, de una misma realidad que, por falta de comprensión, algunos quieren oponer como si existieran brechas entre ellas. No las hay. O no son como las suelen pintar”.

Pisani y Piscitelli
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Qué experiencia súper estimulante fue la de compartir la bienvenida a Nativos digitales en la Feria del Libro el viernes 8 de mayo a las 17:00 horas. Allí pudimos comprobar cuánta razón tenía Gibson: “El futuro ya está aquí aunque su distribución no sea pareja todavía”.

El futuro estuvo en ese panel y Piscitelli hizo un aporte ejemplar (cuándo no) al poner las primeras balizas en el camino hacia una distribución equitativa de los espacios de participación: le cedió la palabra a Anaclara.

Generoso como pocos, Piscitelli, ex filósofo como gusta autodenominarse, académico polémico como lo tildan algunos medios y “maestro ignorante” que desaprende constantemente para hallar en cada paso desandado o en cada camino disruptivo nuevas preguntas o viejos interrogantes reformulados a la luz de los tiempos que vivimos, hizo espacio en el panel para que una nativa digital demostrara que las promesas se cumplen cuando abonamos el terreno y permitimos que los ornitorrincos florezcan.

¿Quiénes son estos nativos? ¿Cuándo desembarcaron los ornitorrincos?

¿Anaclara es un nuevo personaje de Lost que viene del futuro para contarnos lo que ni siquiera nos imaginamos en nuestro presente?


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En el prólogo de Nativos, Pisani nos brindó algunas pistas muy importantes para comprender estos misterios o bien estas cosas tan simples y obvias que nuestras anteojeras epistemológicas no nos permiten ver. Por ejemplo, que “quienes más experiencia tienen, entienden menos el mundo en el cual estamos entrando, mientras que quienes han vivido menos sienten y hasta saben con mayor naturalidad de qué está hecho”.

Anaclara Dallavalle ha vivido menos. Nació el 4 de julio de 1989 en la localidad de Pujato, provincia de Santa Fe. Dentro de muy poco cumplirá 20 años. Ella es un ornitorrinco. Efectivamente es la nativa digital que devoró el libro de Piscitelli –dando por tierra con el mito/blasón de los tecnofóbicos para quienes los digitalísimos no leen papel-.

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Ella misma lo contó así: “una obra que 'devoré con devoción', en muy poco tiempo, a una velocidad impecable y leyendo todas las notas al pie, que son casi la tercera -sino más- parte del libro. Un libro de cuatrocientas páginas, y cincuenta de bibliografía que refleja la amplitud, la calidad, la intensidad, de lecturas de su autor, mi maestro no formal, Alejandro Piscitelli”.

Anaclara no es una rareza, la rareza (maravillosa para quienes estuvimos ahí) es que alguien le haya dado la palabra en un ámbito como la Feria del Libro.

Piscitelli habló poco sobre los nativos digitales –para eso estaba Anaclara–, ahondó en algunos conceptos del libro, pero principalmente pasó videos, imágenes –siempre fiel a su máxima de “visualización de la información”– y mostró este fragmento sobre la obra La familia obrera.


La familia obrera, una intervención que el artista Oscar Bony montó en elInstituto Di Tella en 1968, mostraba en vivo a la familia de un obrero matricero (con esposa e hijo) realizando su rutina cotidiana sobre una tarima.

Colocar a un obrero industrial en una tarima es filoso, bueno, pues… darle la palabra, su lugar en el panel, en la Feria del Libro, a una nativa digital no es una obra de arte pero sí todo un gesto pionero.

Gracias a este gesto pudimos escuchar algunas reflexiones de Anaclara, como esta : “El libro es un hecho, y los nativos somos su hecho y objeto de estudio y descripción. (…) Ahora quiero destacar las ideas que 'no podemos no ver' del último libro de Alejandro. (…) Según su autor, Nativos digitales es chozno de libros de Don Tapscott, de nuestra Biblia, Convergence Culture, de Henry Jekins, de Generación Einstein y de otros tantos de autores que leímos o que son obligados: (dos) Fischer, Gladwell, Guinzburg, Gardner, Florida, unos cuantos/as Jackson(s), Harrington, Freire, Pisani, Scolari, Dischman, Foucault, Carr y más A, más F, más J, como iniciarias de una populosa lista de influencias bibliográficas/prácticas. Pero por sobre todo, de El maestro ignorante, de Jacques Ranciere, cuya esencia está en la capacidad de enseñar lo desconocido, de priorizar y apostar a la emancipación intelectual, a los desafíos”.

Intencionalmente retrasamos la “definición” de nativos digitales, tal vez, porque sus acciones y sus ideas los definen mucho mejor que las categorizaciones, pero veamos qué dijo sobre ellos Pisani en el citado prólogo: “La óptica cambia si se nació antes de 1980 (¿de 1990?) o después, y el libro de Piscitelli nos explica el porqué, además de los problemas que de ahí se desprenden. También nos propone soluciones para resolverlos. (…) Retomando categorías de la sociología tradicional, Piscitelli opone las sociedades en las cuales los jóvenes aprenden de los viejos a aquellas en las cuales ocurre al revés. Efecto de la comunicación horizontal facilitada por la internet (insisto en no poner mayúscula para designar algo tan común y de todos), nos encontramos entrando en una época en la cual intercambio y formación mutua son indispensables. No basta, sin embargo, con aceptar la evidencia, tenemos que inventar las modalidades, las herramientas y hasta la filosofía”.

Como si esto fuera poco, Pisani continúa des-haciendo el puzzle del libro de esta manera: “A los chicos les toca 'pensar como grandes', entender lo que son las redes sociales y cómo funcionan, sus múltiples complejidades. También tienen que descubrir cómo se relaciona la capa física con la digital. Los grandes, por su parte, se ven obligados a descubrir las sutilezas de las narrativas transmedias, a multiplicar las preguntas, a suspender su creencia en los conceptos y conocimientos dentro de los que se formaron y que tanto les ha costado dominar. Tienen, sobre todo, que 'enseñar lo viejo con ojos nuevos', entender que el contenido que quieren transmitir cuenta menos hoy que la experiencia vivida que solo se puede compartir”.

Desde la Feria del Libro, Anaclara parecía haber logrado una conversación en tiempo real con el prólogo de Pisani cuando decía: “Ni todos los sub 20 somos nativos, ni todos los more than 20, son inmigrantes. El contacto con los medios digitales de producción, el aprendizaje de sus usos y recovecos, la implementación de cada uno de ellos, en función del crecimiento compartido, son algunas cuestiones que nos identifican. Y que el libro refleja. Somos muchos los que pasamos gran parte de nuestra vida, en la web. La clave del capítulo 1 de Nativos, es que las instituciones, los adultos, los que tienen poder o por sus títulos, o por su situación laboral o por su posición o…nos aprehendan, y aprendan a ver y enseñar lo 'viejo con ojos nuevos'. Admitan el cambio epistemológico. La ayuda, para quienes quieren saber, quiénes somos”.

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La preocupación del siempre inquieto Piscitellipor la educación es uno de los motores que moviliza gran parte de sus búsquedas. Los maestros deben ser artistas de la comunicación, deben seducir, mediar, resolver conflictos pero también crearlos. Por eso no podemos cansarnos de repetir –cuantas veces sean necesarias– esta idea de Alejandro:”La educación debe convertirse en industria del deseo si quiere ser industria del conocimiento”.

Nativos digitales es un libro repleto de deseo, en la presentación se sintió circular el deseo, y qué otra cosa que deseo puesto en acción fue el cierre deAnaclara: “Presentar un libro, presentar el libro de un grande, presentar el libro de un grande en la Feria más grande, es poco más de lo que alguna vez soñé. Aunque admito, siempre lo soñé… en el patio de casa, hablando sola, discurseando a las mandarinas, que este invierno, si no es invierno, no vienen”.

Para darse un festín... apenas la punta del iceberg

Presentación de nativos digitales con tres videos

Hay que ser anfibios, híbridos y polialfabetizados

Yo, nativa digital

La querella entre antiguos y modernos

Kant y el ornitorrinco

  • Autor: Carina Maguregui


  • Fuente:
  • http://portal.educ.ar/debates/educacionytic/formacion-docente/nativos-digitales-el-libro-de.php

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